Por
Giselle Bortot
En
Colombia, en la década de los cincuenta en un pequeño municipio del
departamento de Bolívar llamado San Jacinto, nacen, como lo indica su lugar de
procedencia, Los Gaiteros de San Jacinto.
Un
memorable grupo que nace de la mano del maestro “Toño” Hernández y del que
hicieron parte los hermanos Lara, Pedro Nolasco Mejía, Manuel Mendoza y Manuel
de Jesús Serpa, la primera generación de músicos del grupo.
Actualmente
lo integran Nicolás Hernández, Juan “Chuchita” Fernández, Antonio “Toño” García
(los integrantes más antiguos del grupo), Rafa Rodríguez, Gabriel Torregrosa,
Fredys Arrieta, Jairo Herrera y Dionisio Yepes.
Las
gaitas y tamboras del norte de Bolívar empezaron su histórico recorrido de la
mano de los clásicos folcloristas Manuel y Delia Zapata Olivella y con ellos Los
Gaiteros de San Jacinto hicieron una dispendiosa gira por Colombia, en la que se
convirtieron en un referente cultural del folclor nacional y de los sonidos
autóctonos del Caribe colombiano.
“Nosotros duramos en Bogotá como un mes,
haciéndole talleres a la gente, volando de un lado a otro, fuimos a San Andrés,
Barranquilla, Cartagena, Valledupar, Los Calabacitos, estuvimos desde la región
de Medellín y todo eso y no hemos dejado pieza que no hayamos pisado nosotros”,
Juan “Chuchita” Fernández.
Ha
sido tal el reconocimiento de Los Gaiteros de San Jacinto, que ahora no son
sólo un referente para Colombia, en el mundo entero los conocen. Estos hombres han
pisado suelo europeo y americano, lugares que los han acogido y apreciado por
interpretar cumbias, porros y puyas, que en países tan diferentes culturalmente
se han ganado su espacio.
Gabriel
Torregrosa, Director Encargado del grupo, cuenta que “los señores Delia y Manuel Zapata Olivella organizan una gira a nivel
mundial y se encontraron con estos gaiteros en San Jacinto, Bolívar. De ahí
formaron este grupo legendario, duraron dos años recorriendo todo el mundo y desde
ahí quedó la fama de Los Gaiteros de San Jacinto”.
Los
integrantes de este grupo son autóctonos y empíricos y ahora son parte del
legado histórico de la música colombiana, es tal su laboriosidad y dedicación
que ellos mismos construyen sus instrumentos y enseñan esta tradición a las
nuevas generaciones. “Yo hago algunas cosas que son de la artesanía, yo puedo
elaborar una gaita, yo puedo elaborar lo que me toque, un tambor…”, dice
Antonio “Toño” García, uno de los integrantes más antiguos del grupo.
En
ninguna de las presentaciones de los Gaiteros de San Jacinto pueden faltar los
porros y puyas que los caracterizan, como Candelaria, La Maestranza o Mi Regreso,
que interpretan con largas gaitas caribeñas, tambores, acordeones y otros
instrumentos típicos de la región.
Y es
que ya son más de 60 años de historia que recorren las venas de esta agrupación
y por eso se han convertido en uno de los símbolos vitales de la música en
Colombia.
Esto
los llevó a ser de los pocos conjuntos de gaitas en producir su música
comercialmente y que los hizo acreedores, en el año 2007, del máximo galardón
para la música, el Grammy Latino, a mejor álbum de música folclórica, titulado “Un
fuego de Sangre Pura”. Gabriel Torregrosa dice: “El premio que codicia todo músico lo ganamos en 2007, el Grammy Latino a
mejor álbum folclórico y hemos ganado otros premios a nivel nacional como el
premio Nuestra Tierra”.
Cuando
están sobre una tarima no interpretan una sola canción triste, todas hablan de
lo hermosa que es la vida, de esas colombianas bonitas que les han robado el
corazón o de lo grande que es el amor. Ellos son los gaiteros del norte de
Bolívar o más conocidos en Colombia y el mundo como los grandes y siempre
presentes…Los Gaiteros de San Jacinto.
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