Oscar Muñoz
Inquilinatos
Dibujo, Carbón sobre papel
1976 – 1978
Colección Privada
Esta obra hace parte de una veintena de cuadros que componen
la serie “Inquilinatos” realizada por el artista colombiano Oscar Muñoz (nacido
en Popayán en 1951) entre 1976 y 1978. Esta obra pertenece a los primeros
trabajos del artista, quien empezó a estudiar en 1971 en la Escuela de Bellas
Artes de Cali. En esta década la obra de Oscar Muñoz estuvo influenciada “por la
incorporación de la fotografía al lenguaje artístico, a través del pop y
del arte conceptual. Y, posteriormente, como referente de ese fuerte renacer
del realismo y el hiperrealismo a comienzos de los setenta”, como él mismo lo
dice en una entrevista con la curadora de su más reciente exposición Protografías, María Wills, en el Museo
de Arte del Banco de la República.1
Durante estos años, el artista nacido en Popayán pero criado
en Cali, vivió la situación de violencia y desplazamiento ocasionada por los
grupos al margen de la ley y cómo esto causó que los campesinos migraran a las
ciudades, como Cali, con sus familias y tuvieran que alojarse en los Inquilinatos,
en precarias condiciones de vida, de hacinamiento y donde convivían personas de
todas las edades.
El Inquilinato es visto por el artista como un espacio “improvisado,
tortuoso, ahogante, sin luz y sin ventilación… por el que transcurre la vida en
situaciones contrapuestas e insospechadas de unos vecinos entregados al
quehacer del amor o el quehacer del trabajo, el quehacer del juego o el
quehacer de vegetar sin empleo”2. Esto refleja la faceta social del artista, su interés por
indagar la Cali que no todos veían ni conocían y su interés por mostrar la
realidad de las clases bajas del país.
La actitud del artista de indagar espacios cotidianos pero
poco explorados, como los Inquilinatos, lo llevó a mostrar situaciones y
realidades que reflejan la condición humana desde lo más íntimo, como la
sexualidad, la inocencia de la niñez, la memoria de la edad madura, la
marginalidad de este sector de la sociedad y la convivencia de todo ello en un
solo espacio.
Oscar Muñoz utiliza en esta obra el carbón sobre papel y gran
parte de su obra está realizada en esta técnica ya que el artista sufre de
daltonismo, lo que le impidió realizarse en la pintura.
En esta obra de la
serie “Inquilinatos” el artista se basa en la fotografía, especialmente en la
incidencia de la luz sobre los objetos (el claro oscuro) y cómo esto genera
diferentes atmósferas, por ejemplo el clima caluroso de Cali que se ve al final
del corredor en un patio y la penumbra que se encierra en el inquilinato por
las pocas entradas de luz natural.
Esta es una obra de su trabajo inicial por lo que su técnica
de dibujo es más clásica y define con claridad y definición los contornos de
las figuras, más adelante esto cambiará en gran parte de sus obras, donde los
contornos se difuminan.
En la obra se plantea la relación de los seres humanos y las
diferentes etapas de la vida reunidas en un solo espacio, la pareja de amantes
que demuestran la pasión propia de la juventud; el niño en el corredor, con
otros niños de fondo que tienen que estar en este lugar por circunstancias de
sus padres y al lado derecho la habitación de una persona madura que conserva
sus recuerdos como grandes tesoros de su pasado, como la foto del cantante
Carlos Gardel y la imagen del Sagrado Corazón. Tres situaciones, tres vivencias
diferentes, separados por el artista en la obra en papeles independientes, pero
unidos cuidadosamente para crear un solo ambiente en donde todos convergen, en
el Inquilinato donde las diferencias conviven hacinadas.
Oscar Muñoz sitúa “las miserias de esa marginalidad en el
interior de viejos caserones deformados cuyos detalles de diseño nos revelan el
esplendor de un día, cuando albergaron a los latifundistas y comerciantes prósperos
de comienzos del siglo. Descubrimos, pues, una arquitectura en decadencia
material”2, que
también sirvió de inspiración para su serie “Interiores”.
Giselle Bortot
No hay comentarios:
Publicar un comentario