Crítica Cinematográfica
El
acorazado Potemkin, de Serguei M. Eisenstein, hace parte de la
Vanguardia Rusa, que nace en la década de los 20 en la Unión Soviética. Este
movimiento se vio reflejado en todas las artes, entre estas el cine, y puso a las
diferentes manifestaciones artísticas al servicio de la Revolución. Eisenstein,
el mayor representante de esta vanguardia y del cine soviético, filmó la
película en 1925 para promover el espíritu de la revolución, este es un film
propagandístico que sirvió para conmemorar el levantamiento de los marinos del
acorazado Potemkin, considerado la primera intención revolucionaria en 1905.
La Vanguardia Rusa rechazaba
la forma de narrar burguesa, heredada de los hermanos Lumière, por esto
Eisenstein en El acorazado Potemkin busca
una narración desde las masas, rescata las clases oprimidas y les da
visibilidad. Esto es innovador para su tiempo, él no busca un protagonista,
sino que logra que el protagonista sea el pueblo y magistralmente muestra el
contraste entre protagonistas y antagonistas, buenos y malos en su película. Es
una dura crítica al sistema zarista y una denuncia de los atropellos cometidos.
Se puede decir que esta
película es una de las mejores en la historia del cine por la innovación en los
planos utilizados, por la angulación de la cámara, pero especialmente por el
montaje.
La puesta en cuadro de Eisenstein
es muy interesante. Utiliza primeros planos para mostrar las emociones de los
personajes, la rabia de los marinos, el sufrimiento del pueblo y la frialdad de
los soldados, lo que tiene un impactante efecto dramático en el espectador. Utiliza
frecuentemente planos de detalle, como los gusanos en la carne, las armas, los
zapatos o las manos con la misma intención, ser dramático y muy expresivo en la
narración. Además incursiona en
angulaciones de la cámara, usa planos cenitales, planos contrapicados para
mostrar la imponencia del ejército zarista y planos picados para reflejar el
temor del pueblo. Eisenstein también rompe con los planos estáticos y utiliza
travellings en la escena de las escaleras para darle mayor emoción.
De la puesta en escena se
puede destacar la actuación y la música, ambos siempre sincronizados. La música
dramática refuerza las emociones y sentimientos que interpretan los actores. La
música está perfectamente pensada para cada secuencia porque transmite las
sensaciones que quiere hacer sentir el director: suspenso, dolor, indignación,
rabia e incluso alegría en la escena de la llegada del acorazado a Odesa.
Pero sin duda el gran aporte
estético y estilístico del director en esta película es la puesta en serie.
Eisenstein es mundialmente reconocido por sus teorías del montaje y por
contribuir a la construcción de un nuevo lenguaje y narrativa cinematográficos.
Es excelente la forma en que combina los planos, ya que en muchas ocasiones son
planos aislados y diferentes, pero uniéndolos en el montaje logran que el
espectador mediante un proceso intelectual pueda entender toda la escena.
En El acorazado Potemkin podemos ver sus métodos de montaje,
especialmente el montaje métrico en donde la duración de los fragmentos van
acordes al compás de la música; el montaje rítmico en el cual la longitud de
los fragmentos dependen del contenido y del movimiento del cuadro, como por
ejemplo en la secuencia de las escaleras de Odesa, donde se combinan primeros
planos de corta duración, con planos enteros o generales más largos para mostrar
el contexto de la situación; y el montaje tonal, donde el montaje está
determinado por la iluminación y la composición del encuadre, por ejemplo la
secuencia de la niebla, en donde todos los planos que conforman las secuencias
conservan un mismo estilo, un mismo tono.
Podemos concluir que este
film hace parte de las mejores películas de la historia del cine por la
innovación de su director, por proponer un estilo narrativo propio. Eisenstein
logra aprovechar al máximo los recursos técnicos de su tiempo y potenciarlos
con el uso de planos diferentes a los que generalmente se usaban y de unirlos
en el montaje con cortes rápidos que generan tensión en el espectador.
Logra completamente el objetivo con el que fue
pensaba, que es dejar en el espectador el panorama claro de quienes son los
“buenos” y quienes los “malos” y por ende fortalecer el espíritu de la
Revolución. Hay que resaltar el uso magistral de los primeros planos y los
planos de detalle que fortalecen el dramatismo de la película y en mi opinión,
la única crítica negativa que tengo acerca de esto, es el uso de las imágenes
de los niños en la escalera de Odesa que son demasiado fuertes, demasiado
impactantes, para un espectador común.
Giselle Bortot
Bibliografía
- http://cinecam.wordpress.com/historia-del-cine/las-primeras-vanguardias/vanguardias-rusas/
- http://video.google.com/videoplay?docid=2948488997906312709
- http://www.cinematismo.com/cine-sovietico/el-acorazado-potemkin/
- http://es.wikipedia.org/wiki/El_acorazado_Potemkin
- http://www.tramayfondo.com/articuloscontrama/montaje_de_atracciones_o_atracciones_para_el_montaje.pdf
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